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viernes, 2 de septiembre de 2011

La cajita quebrada!


Ayer limpiando mi recámara, por un descuido dejé caer al piso una cajita de joyas de porcelana con la inicial de mi nombre, que se quebró en el mismo instante.
En la misma hora salió aquella expresión “ah, noooo”. Me quedé triste porque fue un regalo de mi esposo cuando cumplí 18 años, en la época éramos novios todavía. La cuidé todo este tiempo y en un segundo se hizo pedazos.
Es la única cosa “antigua” que me acompaña a donde voy pues es chiquita y puedo llevarla en medio de la ropa en las maletas.
Entonces me quedé pensando en la salvación, ella es así, la conquistas y la cuidas por años, te sacrificas para mantenerla, pues es lo más importante que tienes, pero si un día por un descuido la dejas a un lado para dar lugar al pecado o a las voluntades de la carne, allí mismo ella se rompe y la pierdes.
Y lo que conquistaste con esfuerzos, lo echas a perder en un segundo, muchas veces por una tontería, un deseo carnal.
Vamos a vigilar y a guardar nuestra salvación como nuestro mayor tesoro.
¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron.” Hebreos 2:3

1 comentario:

  1. Cecilia de Argentina6 de abril de 2012, 19:27

    Me encantó, Muy Bueno! Cuánta verdad hay en ésto que cuando conquistams la salvación nos sacrificamos para mantenerla y cuidarla, y después tal vez por un tonto descuido y falta de vigilancia, acabamos por perder lo más importante que habíamos conquistado.
    Debemos estar atentos y vigilar.

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