¿Ya ha
oído hablar de príncipes, caballo blanco, mariposas y el atardecer? Yo era una
muchacha soñadora, me gustaba leer cuentos de princesas y quedar escuchando
música en el jardín de mi casa, imaginando al príncipe encantado ¡Realmente mi
imaginación volaba lejos! ¡Las historias eran siempre las mismas, la doncella
en peligro era salvada por el lindo príncipe y cargada por él en un caballo
blanco rumbo al castillo!
A
partir de este punto, las niñas comienzan a desear que acontezca de ese modo.
Entonces ella “despierta” y ¡no ve nada de aquello! ¿Eso significa que no
podemos soñar? No exactamente, desde que sepamos diferenciar la realidad de la
fantasía ¡Y es que muchas no saben y por eso sufren! ¡Como yo que vivía soñando
en un mundo imaginario!
Recuerdo
que me gustó un muchacho que nunca gustó de mí, pero sólo de verlo a lo lejos
yo quedaba feliz. Si el me veía, yo sentía que había ganado el día ¡Me
contentaba con tan poco! Vivía en aquella ilusión de que un día podría ser
posible ¡Pero nunca lo fue!
Cierta
vez, una amiga hizo una fiestita en su casa y me invitó, cuando llegué allá
estaban varias amigas mías y algunas personas que no hacían parte de mi círculo
de amistades.
¡Pero algo
inesperado estaba por acontecer!
Recuerdo que en ese día un muchacho me llamó para bailar, yo ni sabía bailar
jajaj, ¡pero él era lo mejor rsrs! Yo acepté, al final estábamos entre amigos,
en un ambiente familiar ¿Por qué no?
Fuimos
cada uno para su casa, ¡y recuerdo que comencé al día siguiente a hablar de él
con mi mejor amiga! Nosotros nunca habíamos hablado antes, pues él no hacía
parte de mi círculo de amigos. Mientras tanto su hermana estudiaba conmigo y
eso me facilitó las cosas. Yo no hable de mi interés con él, pero su hermana
sabiéndolo, fue y le comentó.
En la época
yo y su hermana también bailábamos folklore (danzas típicas de Portugal) en el
centro recreativo de mi ciudad. Los ensayos eran todos los sábados y para mi
sorpresa, él comenzó a participar. Eso significaba algo, él estaba yendo para
verme, ¡yo era el motivo por el cual él estaba allí! Yo veía que él era
diferente, no era “bobo” como algunos chicos que estudiaban conmigo, él era más
serio, más maduro. Después de algunos meses que comenzamos a ser novios,
recuerdo hasta hoy el lugar donde el me lo propuso, yo acepté y él grabó en un
árbol nuestros nombre, dentro de un corazón, rsrs.
Quieren saber
quién es, ¿no es así? Esa persona es Joaquín, con quién me casé cinco años
después, pero de eso hablaré más adelante.
¡Ahora yo
tenía novio! Aparentemente tenía todo, padres que me amaban y me cuidaban, mi
hermana, un novio, no tenía falta de nada materialmente hablando, estudiaba,
iba de vacaciones en el verano, aparentemente todo bien. Pero los conflictos
interiores continuaban allí, el vacío dentro del pecho que no era llenado con
nada.
¿Usted
también se siente así? ¡Escriba en los comentarios cómo se siente! Aproveche
para hacer el Ayuno de Daniel, el Espíritu Santo es El único que puede llenar
ese vacío. No existe cosa o persona que tenga esa capacidad, solamente Él
¡Cuando reciba el Espíritu Santo nunca más sentirá ese vacío dentro del pecho!
Mientras
tanto, al completar 16 años una noticia llegó y no era algo bueno, pero hablaré
de eso en el próximo post.
Foto: Joaquim y yo
1 comments:
Aweee Ustedes no cambiaron nada atravez de los años, y es cierto como solo a travez del Espiritù Santo nuestro vacio queda lleno, es ese lugar que por mas que se busque afuera en amigos, o cosas no se encuentra.
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