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viernes, 7 de marzo de 2014

¡Quiero casarme con el pastor!


Esto ocurre con frecuencia, la obrera  (o miembro de la iglesia) se enamora del pastor auxiliar y quiere casarse con él de cualquier manera. Pero hay un pequeño problema, no tienen un llamado para el altar, pero no esta pensando en eso, ella desea ahora estar con la persona que ama, sin tener que preocuparse de nada más.
Casarse con un pastor no es lo mismo que casarse con un abogado o profesor. El hombre de Dios necesita de una mujer de Dios a su lado que tenga el mismo llamado que el para el altar y que este dispuesta a renunciar a su propia vida. De lo contrario, ella no podrá ser feliz y ni podrá hacerlo feliz, ya que aunque lo ame, estará en un ambiente extraño para ella y terminara frustrada dentro de la obra de Dios.
El pastor piensa en la obra de Dios, en como ayudar a las personas, en que mas el puede hacer a favor del pueblo; si ella no tiene la misma visión, va a pensar en sus propios placeres, en salir, distraerse, buscar como ocupar su tiempo con sus amigas. Esta obrera, en realidad, no siente placer en las cosas de Dios; y la obra se convierte en una carga para ella, algo pesado. Porque ella fue al altar por amor al hombre, al pastor que es su marido y no por amor a las almas. Y la consecuencia de eso es que ella no va a desenvolver, y peor de todo, debido a que los dos son uno, este pastor va a tener un ministerio desequilibrado, porque la otra mitad de el, por mas que esté en el altar físicamente, no esta en espíritu y en verdad.
Entonces sea sincera, si no quiere servir en el altar, no puede casarse con un pastor, pues la obra de Dios no se puede “empujar con la barriga”, ella es de extrema responsabilidad. No sería justo destruir el ministerio de un hombre de Dios, y mucho menos hacerle creer que usted es la persona adecuada para el y el complemento que el necesita para seguir adelante, cuando en realidad usted no comparte el mismo sueño de ganar almas, ni tiene el menor placer de servir a Dios.
Al principio todo va a estar bien porque está enamorada, lo que es normal en el mundo: una mujer se enamora de un hombre, pero preste atención: ¡Hombre de Dios! ¿Miró? Existe un complemento; hombre+ Dios es un hombre diferente, que vive para Dios. Encima de el amor que el puede tener a su esposa, existe el amor de Dios, Él es primero. Así como en el mundo el hombre y la mujer se encajan, así es el Altar, hombre de Dios + una mujer de Dios que ama a Dios y las cosas de Dios por encima de todo.
” He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.” Salmo 51,6

6 comentarios:

  1. hola señora ,si es verdad ambos dos tenemos que tener ese deseo de ganar almas para DIOS y andar en el mismo espiritu para poder complementarnos juntos y hacer la obra de DIOS equilibrada

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  2. Buenas, Sra! Muy bueno y verdadero este post realmente los dos deben tener el mismo foco para permanecer, y poder ganar almas, ya que no sirve empujar una relación con la barriga como usted dice y también corren riesgo la salvación de ambos y de todo el pueblo que tengan en sus manos!

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  3. Muy cierto...!! El llamado lo confirma todo no adelanta una atraccion fisica ni un enamoro si no hay el deseo de ganar almas y servir a Dios

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  4. ¡Es verdad! Cuantas veces nos quedamos viviendo en un sentimiento, una fantasía, y si no reaccionamos perderemos hasta nuestra propia salvación.

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  5. EN ESTE ESTUDIO ENSEÑA QUE SI NOSOTRAS QUEREMOS HACER LA OBRA DE DIOS EN EL ALTAR HAY QUE TENER ESE LLAMADO TANTO COMO LA MUJER COMO EL HOMBRE TENER ESE FOCO PARA PERMANECER Y GANAR MUCHAS ALMA PARA DIOS .

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  6. Siempre tener a Dios en primer lugar tener una intimidad, mostrara quien es la persona cierta para formar una familia, no dejarse llevar por los deseos carnales, tener prioridades de agradar a Dios, nos traera la bendicion de lograr el sueños de Dios, las bendiciones de Dios no traen tristezas con ella.

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