jueves, 12 de diciembre de 2013

Desafíos del Altar – Viviendo con desconocidos


¿Están listas? Vamos a hacer un corto viaje al año 1995. Recién casada, feliz por estar sirviendo a mi Señor, en un mundo de cosas desconocidas por vivir.
Ellos eran mi nueva familia, pero todo era tan extraño, apenas un día antes veía al pastor y a su esposa solo en la iglesia, y ahora yo vivía en su casa, no sabía cómo actuar, dónde quedarme, qué hacer, estaba media pérdida.
Tal vez este fue el primer desafío que enfrente en la obra de Dios, nunca había vivido con nadie a no ser mis padres y ahora estaba compartiendo un hogar con otros siervos de Dios, aparte de mi esposo, claro. Personas que yo respeta mucho, pero con las cuales no tenía la mínima intimidad.
Como era joven de edad y nueva en la obra de Dios, me coloque en posición de “esponja”, quería absorber lo máximo posible de la esposa del pastor con quien vivía y aprender con ella.
La situación llegó a ser divertida, claro que en esa época no me parecía gracioso, ¡pero ahora solo de recordar rio a carcajadas! Está pasando una pequeña película en mi cabeza.
No quería molestar, por eso no sabía si quedarme en mi cuarto, si sentaba en la sala con ellos, o si hacia algo en la cocina. Como nunca me gusto ser entrometida, siempre esperaba las instrucciones de la esposa del pastor y me acomodaba a lo que ella me iba orientando. Confieso que hasta abrir la nevera me daba vergüenza, en realidad no había caído en cuenta que allí era mi casa también, así que me sentía como si estuviera en casa de ellos y no en “nuestra” casa.
Como todo era nuevo y por primera vez, parecía que todo era una dificultad, todos los días esperaba ansiosamente que mi esposo llegase de la iglesia, con él alrededor me sentí más cómoda, más segura. Por supuesto que todo esto acontecía en mi íntimo, porque la esposa del pastor siempre  me dejó a gusto y me ayudaba en todo, era una situación que tenía que vencer por mí misma.
Además tenía en mente, debo vencer mi timidez, no puedo hacer lo que siento, debo hacer lo que es agradable, no sé, preguntó, me coloco a disposición y todo fluirá.
Así lo hice y daba resultado, gracias a Dios nuestro convivio siempre fue maravilloso y aprendí mucho con ella. ¡Gracias por la paciencia!
Me gustaría dejarles un consejo, nunca haga de su casa un hotel, si usted divide su hogar con otros siervos de Dios, adóptelos como familia, Comparta con ellos, no se aislé en su cuarto, conviva, sea servicial, sensible a la necesidad de ellos.
De esa manera el ambiente en casa será confortable, habrá armonía y todos estarán felices.
Voy a ampliar esto un poco, el próximo viernes voy a seguir con este tema con varios consejos para  un buen vivir en el hogar.
¡Hasta allá!

3 comments:

Eira Marquez dijo...

Me gusto mucho.. De verdad que esto amplia mi vision y me orienta demasiado.. Muchas gracias Sra por compartir cosas asi!!

Naikery Suarez dijo...

sra me gusto muchooo..me alegre mucho desde el dia que dijo que iva comenzar esta serie gracias un abrazoo

Unknown dijo...

Siempre hay cosas nuevas por aprender y esta es una de ellas, muchas gracias por compartir sus experiencias con nosotras Sra Tania, Dios la siga bendiciendo, saludos desde Colombia.

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