Pages

domingo, 22 de julio de 2012

Mini novela Ziva 3- Instrumento de bendición

Ziva continuo sirviendo de todo corazón, siempre hacia lo mejor con mucho gusto, su buen testimonio cautivaba cada vez más a sus señores.

Todo lo que ella había aprendido sobre el Dios de Israel , quemaba en su corazón, las palabras del profeta Eliseo, los milagros que él contaba estaban gravados dentro de ella y eso la hacia ser feliz mismo siendo cautiva y viviendo en medio de un pueblo pagano.

Mientras Ziva regaba las coloridas flores del jardín, observo a lo lejos a su señora que estaba sentada en un banquito que daba debajo de un lindo y frondoso árbol al fondo del patio. Ella podía darse cuenta que el semblante de su señora estaba caído, parecía estar triste y distante.

-Así que Ziva decido acercarse: “Mi señora le traigo este ramo de flores, acabo de cortarlas, ¿porque su semblante esta tan triste? ¿Aconteció algo?”

“Ziva, mi querida, tu siempre tan amable. Lo que pasa es que Naaman parece estar peor, la lepra se extiende y estoy desesperada, sabes que no hay cura para el, debe esperar la muerte.”

-“No diga eso señora, tengo certeza que si mi señor Naaman estuviese delante del profeta que esta en Samaria, él lo curaría de su lepra”, dijo Ziva llena de fe, acordándose de cuando el profeta conto que resucito un muerto.

-“Ziva, Ziva, eso es imposible, ya hice tantas promesas a los dioses de Siria, y nada aconteció, no hay mas esperanzas.” Decía la señora con lágrimas en los ojos.

-“No, mi señora el Dios de Israel es diferente, antes de ser capturada y traída aquí, ese mismo día escuche cuando el profeta contaba que en la ciudad de Sunem tenia una mujer cuyo hijo estaba muerto, cuando el profeta oro a Dios, el niño resucito, no es maravilloso señora, Dios puede hacer lo mismo con mi señor Naaman.

La señora estaba espantada y maravillada con tamaño relato, se levanto inmediatamente y enjugo sus lagrimas:

-“Ziva si me garantizas que eso es verdad, yo voy a creer en tus palabras, vamos hablar con Naaman, el necesita saber de eso.”

La dos se apresuraron para entrar en la casa y hablar con Naaman, pero el parecía cansado;- “Ziva mejor hablamos con el otro día, el esta tan débil.”

-“No mi señora, vamos hablar con el ahora, ¿para que lidiar mas con el sufrimiento de mi señor?

-“¿Que aconteció, de que están cuchichiando las dos allí en la puerta?” dijo Naaman en voz baja.

-“Naaman, Ziva tiene algo que decirte, puede ser la solución para tu problema.”

-“Solución, tu no sabes que estoy condenado, no hay cura para mi.”

-“Mi señor, cuando estaba con mi familia, yo y mi hermana todos los días íbamos al pozo a buscar agua, y yo aprovechaba para escuchar la predica del profeta Eliseo, Él nos hablaba del poder del Dios de Israel y los milagros que El hacia, hasta un muerto fue resucitado. Nuestros padres siempre nos enseñaron la fe en el Dios vivo y hay varios escritos relatando los hechos de nuestro Dios en el pasado también.

¿El señor sabia que Dios abrió el mar rojo para el pueblo de Israel pasar en seco y no ser capturado por los egipcios?

¿Y que Dios multiplico el aceite y la harina de una viuda en Sarepta que iría a morir de hambre? Decía Ziva sin parar de hablar, estaba ya sin respiración.

Naaman estaba atónito con la fe y entusiasmo que Ziva expresaba al relatar tales acontecimientos, aquellas palabras penetraron en su corazón, él nunca había escuchado esos hechos de parte de los dioses que siempre creyó, esto era algo sobrenatural.

¿Que actitud Naaman va a tomar, será que el cree o va a decirle a Ziva que esta fantaseando?

Continúa el próximo Lunes

1 comentario:

  1. Buenas tardes sra me gusto mucho este mensaje es muy fuerte ya que podemos ser instrumento de Bendicion o maldicion solo depende de nosotras! gracias!

    ResponderEliminar